COLEGIO ANDES

El Colegio Andes de Mazatlán ha forjado su camino hacia la excelencia educativa durante más de tres décadas. Desde sus inicios, hemos abrazado un programa educativo vanguardista que se centra en la formación integral de nuestros alumnos, un compromiso que perdura en nuestro corazón. Nuestra misión es desarrollar todo el potencial físico, intelectual, espiritual, humano y social de cada estudiante, guiados por los pilares fundamentales de nuestro modelo educativo: alto rendimiento académico, bilingüismo y formación humano-integral, todo ello bajo la guía y el apoyo de los sacerdotes legionarios, quienes fortalecen el vínculo con el amor a Dios.

Nuestro propósito es claro y noble: renovar a la sociedad a través de la formación de líderes cristianos. Creemos firmemente que el camino hacia un mundo mejor comienza con la educación de personas íntegras comprometidas con el desarrollo de sus comunidades. Este compromiso se traduce en un entorno educativo de innovación y excelencia académica, siempre inspirado en los valores del humanismo cristiano.

Nuestra visión es ser reconocidos como un colegio socialmente responsable, destacado por su trascendencia y calidad educativa. Ponemos especial énfasis en el desarrollo humano integral y el respeto a la dignidad humana, valores que son pilares fundamentales de nuestra institución.

Nuestro lema, «Enseñar, educar y formar», refleja nuestra profunda dedicación a guiar a nuestros estudiantes no solo en sus estudios, sino también en su crecimiento personal y espiritual. Nuestro slogan, «Formando con amor para trascender», encapsula la esencia de nuestro enfoque educativo, donde el amor y el compromiso son los cimientos de todo lo que hacemos.

Ofrecemos una amplia gama de niveles educativos, desde Maternal hasta Bachillerato Internacional, garantizando que cada etapa de desarrollo de nuestros alumnos esté respaldada por nuestra pasión por la educación y la formación integral.

En el Colegio Andes de Mazatlán, estamos orgullosos de nuestro legado y ansiosos por el futuro. Seguiremos guiando a las generaciones futuras hacia un mundo mejor, cultivando líderes que reflejen los valores cristianos y el respeto por la dignidad humana en todo lo que hagan. Juntos, formaremos un futuro brillante y prometedor.